La radiofrecuencia Indiba es un tratamiento que emplea ondas de baja frecuencia, estas incrementan la temperatura de la dermis para activar la circulación sanguínea, lo que hace reavivar las células, regenerarlas y nutrirlas. De esta forma, aumenta la síntesis de colágeno y elastina en la piel, por lo que elimina la flacidez, la celulitis y algunas arrugas.
Es un tratamiento indoloro y sin efectos secundarios, por lo que no requiere anestesia. Además, es apto para todo tipo de pieles, hasta para las más sensibles. Tiene diversas propiedades regenerativas, por lo que es muy frecuente su uso en tratamientos de rejuvenecimiento de la piel.
No se trata de una cirugía, sino de un tratamiento que se lleva a cabo en varias sesiones, la cantidad de las mimas variará en función de la zona o zonas que se pretendan tratar y de las características específicas que presente cada paciente.
Antes de comenzar con el tratamiento, se desinfecta la zona que se va a tratar y se aplica un gel conductor de ondas.
Las sesiones suelen durar de 30 a 45 minutos aproximadamente y los resultados son visibles desde la primera sesión.
Normalmente se puede realizar el tratamiento cada 15 días o una vez por semana, según la recomendación del profesional. Es muy importante que la piel esté hidratada cuando se vaya a producir la sesión. Por lo que es habitual aconsejar al paciente alguna rutina de hidratación las semanas previas al tratamiento.
También se recomienda beber mucha agua antes y después de la sesión y exfoliar la piel para que el tratamiento sea más efectivo. No es apropiado darse duchas de agua muy fría o muy caliente en la zona donde se está llevando a cabo el tratamiento. Al finalizar, se limpia la zona tratada y se retira el gel conductor. Adicionalmente, se aplica un tratamiento tópico con el fin de potenciar los resultados.
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